lunes, 27 de julio de 2015

MI ROTACIÓN COMO RESIDENTE POR UN DEPARTAMENTO DE PEDIATRA SOCIAL

Sabemos que la pediatría es en sí social. Pero, ¿Estamos valorando a nuestros niños de manera integral? ¿Trabajamos en equipos multidisciplinarios cuando detectamos factores de riesgo? Y más importante aún,  ¿Conocemos los derechos de los niños?

Esta última pregunta fue la que más me conmocionó cuando me la hizo el encargado de mi rotación por Pediatría Social…Realmente no sabía cuáles son los derechos del niño… No lo sabía a pesar de ser Residente de Pediatría y amar la infancia y adolescencia.

Además me percaté que no  conocía con detalle aquellos determinantes sociales de la salud, y que por ejemplo, tampoco sabía el manejo adecuado de un niño víctima de malos tratos, entre otras tantas cosas.
Frente a estos temas existen muchas dudas y desconocimiento no sólo de parte de los médicos en formación, sino también de todo aquel personal de la salud que trabaja en relación a la infancia.

Así que, tras estos momentos de preocupación e incertidumbre por no conocer los pilares básicos de la salud de los niños, decidí comenzar a enriquecerme y aprender de mi pasantía de Pediatría Social, y del gran conocimiento y manejo práctico de mi tutor el Dr. Díaz Huertas de España.

Comencé esta aventura en la consulta ambulatoria de Pediatría Social en el Hospital del Niño Jesùs en Madrid,   y para mi sorpresa me doy cuenta que el médico en esta consulta  con quien más conversa es con el niño, y no con los padres. Se presenta, le explica claramente lo que va a ocurrir durante la consulta y se asegura que el niño le ha entendido bien, y poco a poco se va ganando la confianza del paciente. Otra cosa de la que me percatè, es que el médico  no usa bata blanca , elemento que tanto asusta a los niños cuando visitan  un servicio de salud. El niño  por su parte, da seguimiento a las instrucciones del médico  y lentamente  responde a sus pregunta,  parece ser que confía en este médico…Y la consulta tiene una armonía tal, que me alegro de haber comenzado mi estadía en España así. Una vez que se va el paciente,  le comento al doctor de mis  observaciones  a lo que me respondió : Pero si  los médicos debemos hablar con los niños!, ellos son nuestros pacientes, y tienen derecho a una salud óptima, a ser informados de su condición y a expresar su opinión. Y guau, nuevamente, más derechos que no sabía que existían.

La pediatría social se considera como un enfoque global, holístico y multidisciplinario de la salud infantil; considera la salud de los niños dentro del contexto de su sociedad, medio ambiente, escuela, y familia; integrando el cuidado, prevención, y promoción de la salud y la calidad de vida.
Actúa principalmente en los problemas de la salud del niño por causas sociales y  con consecuencias sociales.

En España se inicia Pediatría Social con la creación de la sección dentro de la Asociación Española de Pediatría en el año 1972, y actualmente forma parte del Sistema de Salud.

Cuenta con servicios de pediatría social en ciertos hospitales del país, donde prima el trabajo con un equipo multidisciplinar liderado por el pediatra y la trabajadora social, que buscan dar respuesta a niños con factores de riesgo de vulneración de sus derechos o que ya han sido trasgredidos, tanto en el área intra y extra hospitalaria.

Quiero destacar el real trabajo en equipo que existe con la trabajadora social, en que ningún niño se analiza sólo desde el punto de vista clínico, sino que uniéndolo a los datos sociales existentes. Además realizan reuniones semanales en que se analiza caso a caso, y se determina la mejor opción de manejo.

Dentro de la atención ambulatoria se incluye la atención especializada a niños víctimas de malos tratos en sus diferentes formas, niños migrantes, adopción internacional, enfermos crónicos, Síndrome de Down, entre otros. Siempre teniendo como eje central dar cumplimiento a los derechos del niño.

Junto con lo anterior, la Pediatría Social debe relacionarse estrechamente con todas las instituciones relacionadas a la infancia y adolescencia, formando un equipo multidisciplinar que abarca distintas instituciones. Es por esto que también tuve rotaciones por residencias de niños, centros de acogida, centros de reforma, y el instituto madrileño del niño y la familia donde aprendí de adopción internacional, entre otros.

Tras esta rotación  diferente  y muy enriquecedora considero que es necesario que la Pediatría Social forme parte de los programas de formación de residentes de Pediatría, y además se debe  establecer en hospitales y centros de salud, ya que en el mundo, y especialmente en nuestros países de Latinoamérica tenemos aún millones de niños cuyos derechos están siendo vulnerados, y debemos ser capaces de detectar los factores de riesgo para poder implementar medidas precoces y eficaces, siempre actuando y conociendo el  equipo multidisciplinar que incluye los distintos sistemas involucrados con la infancia y adolescencia.

Creo firmemente que la pediatría, debiera tener como objetivo central  dar cumplimiento y basarse en los derechos del niño estipulados en la convención del año 1989 y tener en consideración el derecho  a la salud y servicios médicos donde los niños deben  disfrutar del más alto nivel posible de salud y  tener acceso a servicios médicos y de rehabilitación.

Por lo tanto, y para concluir, es fundamental integrar el enfoque social y multidisciplinar en la evaluación de niños y adolescentes, siempre teniendo presente los derechos del niño.

Colaboraciòn:

Dra. Daniela Castro

Residente de Pediatría, Universidad de los Andes. Chile


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