Sabemos que la
pediatría es en sí social. Pero, ¿Estamos valorando a nuestros niños de manera
integral? ¿Trabajamos en equipos multidisciplinarios cuando detectamos factores
de riesgo? Y más importante aún,
¿Conocemos los derechos de los niños?
Esta última
pregunta fue la que más me conmocionó cuando me la hizo el encargado de mi
rotación por Pediatría Social…Realmente no sabía cuáles son los derechos del
niño… No lo sabía a pesar de ser Residente de Pediatría y amar la infancia y
adolescencia.
Además me
percaté que no conocía con detalle
aquellos determinantes sociales de la salud, y que por ejemplo, tampoco sabía
el manejo adecuado de un niño víctima de malos tratos, entre otras tantas
cosas.
Frente a estos
temas existen muchas dudas y desconocimiento no sólo de parte de los médicos en
formación, sino también de todo aquel personal de la salud que trabaja en
relación a la infancia.
Así que, tras
estos momentos de preocupación e incertidumbre por no conocer los pilares
básicos de la salud de los niños, decidí comenzar a enriquecerme y aprender de
mi pasantía de Pediatría Social, y del gran conocimiento y manejo práctico de
mi tutor el Dr. Díaz Huertas de España.
Comencé esta
aventura en la consulta ambulatoria de Pediatría Social en el Hospital del Niño
Jesùs en Madrid, y para mi sorpresa me
doy cuenta que el médico en esta consulta con quien más conversa es con el niño, y no con
los padres. Se presenta, le explica claramente lo que va a ocurrir durante la
consulta y se asegura que el niño le ha entendido bien, y poco a poco se va
ganando la confianza del paciente. Otra cosa de la que me percatè, es que el
médico no usa bata blanca , elemento que
tanto asusta a los niños cuando visitan
un servicio de salud. El niño por
su parte, da seguimiento a las instrucciones del médico y lentamente responde a sus pregunta, parece ser que confía en este médico…Y la
consulta tiene una armonía tal, que me alegro de haber comenzado mi estadía en
España así. Una vez que se va el paciente, le comento al doctor de mis observaciones
a lo que me respondió : Pero si
los médicos debemos hablar con los niños!, ellos son nuestros pacientes,
y tienen derecho a una salud óptima, a ser informados de su condición y a
expresar su opinión. Y guau, nuevamente, más derechos que no sabía que
existían.
La pediatría
social se considera como un enfoque global, holístico y multidisciplinario
de la salud infantil; considera la salud de los niños dentro del contexto de su
sociedad, medio ambiente, escuela, y familia; integrando el cuidado,
prevención, y promoción de la salud y la calidad de vida.
Actúa principalmente
en los problemas de la salud del niño por causas sociales y con consecuencias sociales.
En España se
inicia Pediatría Social con la creación de la sección dentro de la Asociación
Española de Pediatría en el año 1972, y actualmente forma parte del Sistema de
Salud.
Cuenta con
servicios de pediatría social en ciertos hospitales del país, donde prima el
trabajo con un equipo multidisciplinar liderado por el pediatra y la
trabajadora social, que buscan dar respuesta a niños con factores de riesgo de
vulneración de sus derechos o que ya han sido trasgredidos, tanto en el área
intra y extra hospitalaria.
Quiero destacar
el real trabajo en equipo que existe con la trabajadora social, en que ningún
niño se analiza sólo desde el punto de vista clínico, sino que uniéndolo a los
datos sociales existentes. Además realizan reuniones semanales en que se
analiza caso a caso, y se determina la mejor opción de manejo.
Dentro de la
atención ambulatoria se incluye la atención especializada a niños víctimas de
malos tratos en sus diferentes formas, niños migrantes, adopción internacional,
enfermos crónicos, Síndrome de Down, entre otros. Siempre teniendo como eje
central dar cumplimiento a los derechos del niño.
Junto con lo
anterior, la Pediatría Social debe relacionarse estrechamente con todas las
instituciones relacionadas a la infancia y adolescencia, formando un equipo
multidisciplinar que abarca distintas instituciones. Es por esto que también
tuve rotaciones por residencias de niños, centros de acogida, centros de
reforma, y el instituto madrileño del niño y la familia donde aprendí de
adopción internacional, entre otros.
Tras esta
rotación diferente y muy enriquecedora considero que es
necesario que la Pediatría Social forme parte de los programas de formación de
residentes de Pediatría, y además se debe
establecer en hospitales y centros de salud, ya que en el mundo, y
especialmente en nuestros países de Latinoamérica tenemos aún millones de niños
cuyos derechos están siendo vulnerados, y debemos ser capaces de detectar los
factores de riesgo para poder implementar medidas precoces y eficaces, siempre
actuando y conociendo el equipo
multidisciplinar que incluye los distintos sistemas involucrados con la
infancia y adolescencia.
Creo firmemente que
la pediatría, debiera tener como objetivo central dar cumplimiento y basarse en los derechos
del niño estipulados en la convención del año 1989 y tener en consideración el derecho a la
salud y servicios médicos donde los niños deben disfrutar del más alto nivel posible de salud
y tener acceso a servicios médicos y de
rehabilitación.
Por lo tanto, y para
concluir, es fundamental integrar el enfoque social y multidisciplinar en la
evaluación de niños y adolescentes, siempre teniendo presente los derechos del
niño.
Colaboraciòn:
Colaboraciòn:
Dra. Daniela Castro
Residente de Pediatría, Universidad de los Andes. Chile
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