Como
organización profesional de referencia mundial que promueve los principios y la
práctica de la pediatría social y los derechos del niño, y generadora de la
fuente de la Declaración de Budapest sobre los derechos, la salud y el
bienestar de los niños desplazados, instamos a los Estados Unidos a detener el
abuso violento de los niños en su frontera sur. La separación de los niños de
sus padres es una grave violación de sus derechos, un ultraje moral y una
afrenta para todos los que valoran el bienestar de los niños y jóvenes. Refleja
una gran indiferencia por el impacto traumático que tendrá esta política sobre
la salud física, mental y social a lo largo de sus vidas.
Como
se establece en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del
Niño (CDN), el trato inhumano a los niños en la frontera entre Estados Unidos y
México viola sus derechos a: no discriminación (Artículo 2), la consideración
de su interés superior en las decisiones políticas ( Artículo 3), supervivencia
y desarrollo óptimos (artículo 6), la obligación del Estado de garantizar que
no se separe a un niño de sus padres contra su voluntad (artículo 9) y a la
reunificación familiar (artículo 10), protección contra abuso y negligencia
(Artículo 19), y el requisito del Estado de proporcionar protección y
asistencia humanitaria a los niños desplazados (Artículo 22).
Por
ser el único país del mundo que aún no ha ratificado el CDN, esto no excluye su
responsabilidad de respetar principios, normas y estándare universalmente
aceptados para el tratamiento de niños y jóvenes.
Le
incumbe a usted como nación y como individuos ser:
·
Conscientes
de la violencia y la pobreza que está impulsando a estos niños y familias a sus
fronteras,
·
Conscientes
de las vulnerabilidades de estos niños,
·
Atentos
al impacto de su desplazamiento en cada aspecto de sus vidas, y
·
Consciente
de las obligaciones que tiene para proteger sus derechos y satisfacer sus
necesidades.
A
medida que los pediatras y otras personas se comprometen globalmente con la
salud y el bienestar de los niños, les instamos a respetar la dignidad de estos
niños y niñas y a:
·
Detener
la separación forzada de los niños y niñas de sus padres.
·
Reunir
familias de inmediato.
·
Reconocer
y satisfacer las necesidades especiales y los derechos de los niños y niñas.
La
(Comunidad Pediátrica) Internacional condena la separación forzosa de los niños y niñas de los padres por
cualquier motivo que no sea proteger sus mejores intereses, y se esfuerza globalmente para avanzar en el
bienestar de todos los niños y niñas desplazados.
Solicitamos hacer eco de esta petición, firmarla y compartirla.